Nombre Pieza

PIEZA: Tres capiteles de pilastra
CULTURA: Gandhara, Pakistán
ÉPOCA: Siglo II d.C.
MATERIAL: Esquisto
DIMENSIONES: Entre 31,5 y 37 cm de longitud y 16 cm de altura
REF: 17021
PRECIO: 15.0000 euros
PROCEDENCIA:
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EXHIBICIONES:
CONSERVACIÓN: Buen estado de conservación general, sin restauraciones. Algunos leves golpes en las esquinas superiores y en los antebrazos extendidos de las figuras humanas.

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Descripción

Conjunto formado por tres capiteles de pilastra con un claro estilo artístico Gandhara, muestra la originalidad de enmarcar, a modo de dosel, las figuras masculinas talladas en altorrelieve en su parte central, por hojas de acanto y decoración vegetal y floral.

Las figuras centrales, salvo que representasen a Budha, solían representan bien Bodhisattvas (seguidores del budismo que han consagrado su vida y ser a alcanzar la iluminación espiritual) o bien a los patrones ricos del propio artista al que se había encargado ejecutar los capiteles. En el presente caso esta última opción es la más plausible, pues las figuras, por sus atavíos, parecen representar a sujetos de cierta posición social y económica, mostrando una actitud de respeto oferente (caso de los capiteles superior e inferior) o llevando a hombros un animal (caso del capitel intermedio).

Estos capiteles derivan del estilo clásico Corintio, se incorporan las figuras de Buda, Bodhisattvas o de personajes notables, generalmente como figuras centrales rodeadas, y a menudo bajo la sombra, de un lujoso follaje vegetal. La representación de figuras dentro del follaje de los capiteles corintios no es en sí misma un desarrollo oriental. Desde un período temprano, en el Mediterráneo, en el mundo griego antiguo las adiciones figurativas son muy comunes, tomando la forma de cabezas o bustos.

Esta práctica de escultura arquitectónica no se limitó a la cultura Gandhara, encontró el favor en varias áreas de Asia central, sobretodo en la India se produjeron numerosos ejemplos, nombrados capiteles indocorintios, tenían el mismo esquema iconográfico aunque con variaciones estilísticas.

El orden griego Corintio se reconoce por su apariencia de campana invertida o cesta de la que rebosasen las hojas de acanto, cuyos tallos dan lugar a una especie de volutas o espirales en las cuatro esquinas.

La región histórica de Gandhara, que corresponde al sureste del actual Afganistán, centro y norte de Pakistán, y noroeste de India (incluyendo la mayor parte de Cachemira), era una satrapía del Imperio persa de los aqueménidas desde el siglo VI a.C. Conquistada por Alejandro Magno, pasó a su muerte a formar parte del reino helenístico de Bactria o Reino Indogriego, siempre débil y en continúo conflicto hasta su desaparición por anexión al Imperio Kushana a comienzos del siglo I d.C. Los kushan adoptaron muchos elementos de la cultura helenística, aplicando incluso a su lengua el alfabeto griego. Algunos autores prefieren hablar en general de arte Kushana o de arte helenístico oriental, pero la temática budista es tan determinante que hace necesaria su presencia en el título definitorio de esta escuela: estilo grecobúdico de Gandhara. 

El arte grecobudista o grecobúdico se desarrolló a lo largo de un período de cerca de 1000 años en el Asia Central, a partir de las conquistas de Alejandro Magno en el siglo IV a.C., hasta las conquistas de los musulmanes en el siglo VII d.C. El nombre estilo Gandhara deriva de la región homónima, por ser el sitio de expresión más conocido, es la manifestación artística que surge del sincretismo cultural entre la cultura de la Grecia Clásica y el budismo, entre tradiciones orientales y occidentales. Este curioso y notable arte se caracteriza por el fuertemente idealizado realismo del arte helenístico –representaciones de sus dioses en forma humana– y las primeras representaciones del Buda en forma humana, el cual ayudó a definir el canon artístico, particularmente el escultórico, para el arte budista a través de Asia hasta el presente.

La producción de esta ecléctica escultura y decoración arquitectónica de Gandhara se realizó siempre en materias nobles, en general piedras duras como el pórfido, esquisto o el basalto, ocasionalmente decoradas con incrustaciones de metales y gemas preciosas, o estucada y policromada si el material no ofrecía la perfección requerida por tan noble temática. La divulgación del culto budista iba emparejada con el prestigio del poderío Kushana. 

Posteriormente la zona tuvo además relaciones directas con el mundo romano, a través del comercio e intercambio cultural que desarrolló por medio de la Ruta de la Seda, lo que ayudo a la pervivencia de los cánones artísticos griegos adoptados. Así, llegaban a Gandhara monedas y esculturas romanas en las que aparecían plasmados emperadores, altos dignatarios y dioses. La influencia grecolatina en esta región fue clave en su desarrollo artístico, tanto por los aspectos formales como por el hecho de que se representase a Buda en forma humana. Gandhara será el primer centro, junto con Mathura, donde se personifique en su forma humana no sólo a Sakyamuni o Buda histórico, sino también a otras figuras del panteón budista. Esta representación figurativa favorecerá, además, la expansión del budismo por toda Asia Oriental.

BIBLIOGRAFÍA

- BÉGUIN, Gilles. “Buddhist Art. An Historical and Cultural Journey”. River Books. Tailandia, Bangkok. 2009. pp. 205 – 225.
- BEHRENDT, Kurt A. “The art of Gandhara in the Metropolitan Museum of Art”. New York. 2007.
- BUSSAGLI, Mario. “L'Art du Gandhara”. Librairie générale française. Paris. 1996.
- ERRINGTON, Elizabeth; CRIBB, Joe; CLARINGBULL, Maggie. “The Crossroads of Asia: Transformation in Image and Symbol in Art of Ancient Afghanistan and Pakistan”. Cambridge: Ancient India and Iran Trust. 1992.
- KURITA, Isao. “Gandharan Art : The Buddha's Life Story & The World of the Buddha”. (2 Vol.).  Tokyo. 1988.

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